Bienvenidos a Conociendo tu alma!

BIENVENIDOS A CONOCIENDO TU ALMA!!!

Infinitas gracias por estar aquí!. Sin cada uno de Uds. no sería posible seguir adelante. Este blog, lo he creado para brindarnos la oportunidad de descubrir en conjunto porque estamos aquí, cual es el motivo por el cual Dios nos envió a este mundo, por eso el nombre del blog: CONOCIENDO TU ALMA!!!

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Mil bendiciones para tí!

miércoles, 31 de agosto de 2016

Este es el efecto de usar tacones para tu salud según un estudio


Diversos estudios han demostrado que el uso de tacones es perjudicial para quien los usa porque puede deformar el pie o provocar lesiones como los juanetes. Sin embargo, hay algo más peligroso que esto: usar tacones puede causar cáncer.

Este es el efecto de usar tacones para tu salud según un estudio
David Agus, profesor de medicina en la Universidad del Sur de California, hizo una relación entre el cáncer y los tacones en su libro ‘A Short Guide To A Long Life’ y afirma que el daño radica en la inflamación que este tipo de calzado causa, la cual afecta al organismo. 


Mientras más alto el tacón mayor inflamación provocará en los tobillos. La inflamación crónica puede hacer que el organismo bloquee el proceso de reparación del ADN, dejándolo vulnerable ante el cáncer.
“Ciertos tipos de inflamación se han relacionado con enfermedades degenerativas más preocupantes, incluyendo enfermedades del corazón, enfermedad de Alzheimer, enfermedades autoinmunes, diabetes, y pueden aumentar drásticamente el riesgo de cáncer”, dice el profesor Agus.

Aunque el cáncer puede ser causado por genes defectuosos codificados dentro de nuestro ADN, cualquier cosa que lo dañe o dificulte su proceso de reparación natural puede aumentar el riesgo de padecerlo.

Un tacón más bajo puede causar menos daño (cuñas dan la impresión de altura, mientras que mantener la comida relativamente plana), pero el problema de la inflamación se agrava fácilmente si, por ejemplo, los dedos de los pies son aplastadas en pequeños puntos en la parte delantera.
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Espero te sea de utilidad, Blanca

martes, 30 de agosto de 2016

El nosocomio se sumó al Reiki como terapia alternativa


El Hospital Municipal es  solo otra de las instituciones que integran la extensa red de salud que vive la experiencia del reiki como terapia complementaria a la alopática. Los resultados y  los beneficios para la salud están reconocidos por la OMS y los resultados, a la vista. Hoy el método se ofrece en nuestra ciudad. 

Hace pocos días se dio a conocer la noticia  que el Hospital Municipal “Dr. Manuel B. Cabrera”, ofrecerá  sesiones de Reiki, como como complemento a la medicina convencional.

Las sesiones starán a cargo de  Luisina De Medio, Sonia Di Crocce y Laura Lafaille y se  tendrá prioridad a pacientes en proceso de atención hospitalaria y cuidados paliativos.

Muchos conocen los beneficios del Reiki, otros no tanto y se muestran desconfiados y dudan de utilizarlo como terapia alternativa a la medicina convencional. El método de sanación oriental comenzó a ser utilizado hace 90 años, pero recién hace poco fue aceptado por una parte de la comunidad médica occidental.

Para las personas escépticas, vale acotar que el Reiki es cada vez más aceptado como método significativo y de bajo costo para mejorar el cuidado del paciente. Se está ofreciendo en distintas partes del mundo y en nuestro país, numerosos hospitales capitalinos lo han implementado con éxito, como por ejemplo: Hospital  Elizalde (Hospital de Niños), Hospital Tournú, Hospital Piñeiro,   otros en proceso de formación, y en Coronel Pringles.

¿Cuál es el beneficio que brinda? El Reiki acelera las recuperaciones quirúrgicas, mejora actitudes mentales y reduce los efectos negativos de la medicación y de otros procedimientos médicos. 

Consigue aliviar los efectos de la quimioterapia en los enfermos oncológicos, reduciendo el dolor y consiguiendo una mejoría en los síntomas de cansancio, ansiedad y en los efectos secundarios de los tratamientos de quimioterapia. no requiere tecnología y es fácil de aplicar, no tiene efectos secundarios y la energía del paciente mejora desde el primer momento.

El programa está teniendo tal éxito que los pacientes lo solicitan y les gusta que les hagan sesiones de Reiki, pidiendo más después de la primera experiencia. Ofrece efectos positivos en los pacientes, aumenta la relajación y reduce el dolor, mejora el sueño y el apetito.

http://www.elorden.net/eocp_restore/wp-content/uploads/2016/08/Hospital-16.jpg
Es una terapia complementaria recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para el tratamiento del VIH/SIDA junto con la meditación como una de las prácticas de salud multidisciplinaria.


El Reiki aunque aún la ciencia no ha podido demostrar cómo funciona, cada vez se realiza más investigaciones que demuestran que existe una mejoría en general en el organismo de las personas que reciben Reiki.

Por todos estos beneficios, el Hospital Municipal de nuestra ciudad, lo ofrecerá como complemento a la medicina convencional, al ser una terapia complementaria que trata el cuerpo, las emociones, la mente y el espíritu, creando un efecto beneficioso que incluye relación, y sentimientos de paz, seguridad y bienestar.

Para ello utiliza la canalización de la Energía Universal transmitida a través de las manos del terapeuta.

Como señaláramos, las sesiones estarán a cargo de Sonia Di Crocci, Laura Lafaille y Luisina De Medio, y se puede reservar una sesión gratuita, enviando email a  hospitalpringles@gmail.com    se tendrá prioridad a pacientes en proceso de atención hospitalaria y cuidados paliativos.

No hay que tener una patología para recibir energía, nosotros nos hacemos nuestro auto- tratamiento diario. Es una prevención o un cuidado profiláctico para poder hacerle frente a las vicisitudes de la vida con una perspectiva distinta.  Una alternativa interesante que hace a la salud integral.
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Espero te resulte de interés, Blanca

lunes, 29 de agosto de 2016

Llegar a la vejez sin perder la alegría de vivir

Por: Kléver Paredes B.   

Aida Gemaque Mendes recorrió los 200 metros finales de la etapa 45 del tramo de la antorcha que simboliza los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río de Janeiro. Su figura delgada, piel morena, cabello blanco y paso apresurado, no pasaron desapercibidas entre los espectadores de la ciudad de Macapá, ubicada al norte de Brasil. 

Tres años atrás, Aida Gemaque había establecido un récord Guiness al practicar paracaidismo con 103 años. Y, ahora, con 106 años, se transformó en la persona más longeva en llevar la llama olímpica, pero también en ser un ejemplo de cómo disfrutar esta etapa de la vida sin complejos. Todas las semanas juega fútbol con sus amigas, practica natación, baila y bebe cerveza. 

La vida de Aida rompe el estereotipo sobre una vejez impedida por enfermedades, en solitario o recluida en una habitación, sin capacidad de emprender nuevos propósitos de vida. Envejecer es un proceso natural que conlleva pérdidas pero también logros, siempre y cuando se aprenda a aceptar que se pasa a otra etapa de vida. 

No aceptar que cada día van pasando los años puede generar un conflicto psicológico en las personas y con su entorno. A veces hay hombres y mujeres empeñados en congelar su edad a los 40, 50 o 60 años, incluso, inician una cuenta regresiva de manera imaginaria. 

Si se evalúa la vejez con los parámetros de belleza, éxito y poder siempre el saldo será negativo. Para reconocer que se está envejeciendo hace falta mucho valor. Al entrar en negación se comienza a actuar en disonancia con lo que se es y lo que se pretende ser. 

En la actualidad se hace más imperioso aceptar el envejecimiento porque en todo el mundo esa es la tendencia. Para 2050 se espera que la población de más de 60 años llegue a los 2.000 millones, un aumento considerable frente a los 841 millones que existen en la actualidad. 

En las sociedades, frente al envejecimiento hay prejuicios, entre ellos encasillar a las personas ancianas como pasivas, crónicamente enfermas, sin deseos sexuales o con necesidad de atención y de cuidados constantes. Se estigmatiza a los viejos y se los condena a la marginalidad social. 

Hoy en día, sin embargo, se acepta que la mayoría de las personas no manifiesta alteraciones que influyen marcadamente en su funcionamiento físico, intelectual o social hasta que pasan los 80 años. 

A pesar de que al aumentar la edad los procesos motores, cognoscitivos y sensoriales se hacen más lentos, la motivación y la práctica permiten superar esas desventajas y hacen que las personas de más edad se desempeñen con eficiencia. 

La actitud es lo que cuenta 

Cómo se enfrente la vida constituye un factor importante al momento de potenciar y conseguir un envejecimiento positivo, activo y saludable. Si bien el bienestar en los adultos mayores está asociado a factores como la salud y la condición económica, existen otros importantes como el afecto, las posibilidades de recreación, tener una vivienda propia y una alimentación adecuada. 

Según un estudio del Servicio Nacional del Adulto Mayor de Chile, publicado bajo el nombre de Cómo desarrollar una vejez positiva, las relaciones que se establecen tanto con familiares como con otras personas, contribuyen, también, a generar un mayor bienestar. 

El desarrollar un envejecimiento positivo es un factor determinante al momento de hablar de felicidad y bienestar en la vejez. 

Las estadísticas a escala mundial, de acuerdo al estudio chileno, sugieren que a partir de los 46 años, las personas pueden experimentar un aumento en el nivel de felicidad. 

Un grupo de especialistas conformado por Attilio Rigotti, Marcela Bitran y Nuria Pedrals se dedicó a estudiar las bases científicas del bienestar y la felicidad fundamentadas en los principios de psicología positiva. Encontraron evidencia sorprendente: “Existe un estudio que se hizo a novicias desde que entraron al convento hasta que fallecieron, que indica que quienes expresaban una emocionalidad predominantemente positiva en su juventud, vivían entre 8 a 10 años más que el grupo con una emocionalidad más neutra”. 

Al ahondar en las razones del bienestar, Nuria Pedrals destaca: “El cerebro no se va muriendo con los años, sino que es plástico, entonces si tú, disciplinadamente pones tu cerebro en una disposición positiva y optimista, tu biología responde igual a eso y mejora la funcionalidad de distintas áreas cerebrales”. 

Para un adulto mayor no es tarde, a pesar de que no haya tenido una vida muy buena, si decide partir ahora, su cerebro responde. Entonces hay que ser optimistas respecto a lo que todavía pueden hacer los mayores, porque no es verdad que están en el ocaso de la vida. 

En el Informe de Felicidad Mundial 2016 que busca cuantificar la felicidad, Ecuador ocupa el puesto 51. Llama la atención que a medida que se envejece, la percepción del bienestar empieza a disminuir, lo que no sucede en la juventud. (I) 

Es posible seguir creciendo cuando se es mayor 

Según la Organización Mundial de la Salud “en nuestro mundo, lleno de diversidad y constante cambio, el envejecimiento es una de las pocas características que nos definen y nos unifican a todos. Estamos envejeciendo y esto debe celebrarse. Tenga usted 25 0 65 años, 10 o 120, igualmente está envejeciendo”. 

Resulta difícil definir este sentimiento o incluso este hecho personal, con criterios objetivos. “Los años no pasan en balde”, “Me canso más”, “He notado que he perdido memoria”, oímos con frecuencia por una parte. “No tengo tantas ilusiones”, “Parece que todo se ha terminado”, “Me siento vacío”, escuchamos por otra. Las primeras expresiones hacen más referencia al proceso de envejecimiento físico, las segundas a vivencias relacionadas con lo personal y lo psicosocial. 

Los procesos biológicos y las concepciones sociales sobre la vejez van tomando cuerpo, aunque con notables diferencias individuales: las pequeñas discapacidades físicas, la jubilación, la menopausia, la emancipación de los hijos, la pérdida de presencia e influencia social, etc., son diferentescon el portal español de psicogerontología Tiempo. 

Perder alguna cosa parece que está en la base del inicio de la vejez. Podríamos argumentar que también, en otras etapas de la vida se pierden cosas; sin embargo los finales, las pérdidas en la vejez, pueden ser vividas, y a veces lo son, como algo que no va a poder recuperarse más, compensarse o suplirse. 

De la capacidad de compensar, suplir, conservar o rememorar, ya sea en el plano real o en el plano psíquico, lo que hemos sido, van a depender en parte las vivencias de esta etapa; de cómo afrontamos las pérdidas y también de si sabemos afrontar el futuro y seguir creciendo como personas. 

¿Es posible seguir creciendo y desarrollándonos cuando uno es mayor?, ¿No puede ser esto más que una falsa ilusión o peor, una terrible ironía? Todos conocemos a personas que lo llevan mejor y otras peor. Incluso hay personas que teniendo una edad avanzada dicen sentirse estupendamente bien; suelen explicarlo haciendo referencia al espíritu joven. 

Viejos jóvenes, envejecer con éxito, viejos sabios, vejez saludable, por una parte y vivencias catastróficas, negación de la vejez, envejecimiento patológico, por otra; son múltiples las formulaciones acerca de estos procesos en diferentes sentidos. 

En el libro La vejez como autorrealización personal y social, el profesor JL Aranguren diferenciaba entre ser mayor y sentirse mayor, reservando el primero de los términos para lo que llamaba tercera edad y el segundo para la llamada cuarta edad, en la cual la asistencia de los demás se haría inevitable. 

Subrayar no obstante la importancia de ciertos procesos en el área psíquica: una cierta aceptación serena de los elementos propios de cada edad, una actitud optimista respecto a las propias posibilidades, una estructura lo suficientemente autónoma como para, poner en primer plano el propio proyecto vital, que permita al mismo tiempo seguir conectado al entorno social, familiar y personal, y una actitud flexible en los momentos de dependencia, serían algunos de los elementos que facilitarían una vivencia más positiva. 

Las concepciones desarrolladas aquí van en el sentido de potenciar una mayor aceptación, un mayor crecimiento personal y un mayor bienestar en esta primera etapa de la vejez, así como retrasar y preparar también el advenimiento de la segunda. (I) 

Aprovechar lo que se tiene en todas las edades 

Con el desarrollo de un envejecimiento positivo es posible comenzar una nueva manera de vivir la vida, aprovechando lo que uno tiene, aun cuando se hayan experimentado pérdidas. 

“En la adultez mayor, tú has completado una etapa de la vida llena de responsabilidades, cumpliste con el deber ser y vuelves a encontrarte con el placer. Tienes que volver a sentir que tienes derecho a ser feliz. Ya tienes hijos y nietos grandes, ya no tienes que ganarte la vida necesariamente y ahora que ocupas tus horas en tener un proyecto que te haga feliz y la responsabilidad es tuya”, resalta el estudio del Servicio Nacional del Adulto Mayor de Chile. 
Con la vejez no se pierde la felicidad, la capacidad de disfrutar y sentir está presente durante toda la vida, no obstante, puede influir la situación económica, la autonomía, la falta de apoyo familiar. Un aspecto prioritario es el círculo de apoyo: los amigos que se logre establecer y con quienes compartir las vivencias.


Al hablar de los determinantes del bienestar, las evidencias indican que hay un porcentaje importante que depende de lo que cada uno decida hacer con su propia voluntad. 

“Es una etapa donde vuelves a tener más derechos que deberes y eso es algo que la gente olvida. Recupera tu libertad para el placer y cuida tu salud para eso”, agregan los responsables del estudio. 

Pero la felicidad va también por el lado de la autoeficacia, de cuán capaces las personas se sienten para manejar su vida y aquí la autonomía es un concepto clave. “Los estudios indican que a una edad cercana a los 75, el nivel de felicidad empieza a bajar porque uno va perdiendo autonomía. 

Esta es la etapa que se puede prevenir con el conocimiento científico que existe sobre bienestar subjetivo, que apunta a la importancia de las relaciones interpersonales como que cambiar el peso de un pie al otro y darle más importancia a otras actividades que pueden realizarse el resto de la vida, como son las actividades de servicio. 

En estos tiempos en que la expectativa de vida es mucho mayor que antes, más nos vale vivir bien”, precisa la doctora Bitran. (I) 

Datos 

Aceptar la vejez como una etapa positiva. El conocimiento, la experiencia, la sabiduría deben ser entendidos como valores propios; transmitir esto a través de las memorias, experiencias, del consejo, de la producción propia y de la ayuda a los demás determina sentirse útiles y valorados. 

La vivencia debe ser asumida como una fase de desarrollo, en la que la persona cultiva la ilusión para continuar aprendiendo y produciendo, a pesar de las limitaciones existentes (enfermedad). 

La visión global, comprensiva y positiva del ciclo vital permitirá activar los recuerdos positivos y valorizantes de la vida pasada. La actitud comprensiva por los errores que se han cometido, aceptando que algunas cosas no dependían totalmente de nosotros. 

Prevenir y pensar el futuro significa tener las alternativas cuando se produzcan situaciones de dependencia física o psíquica.
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Espero te sea de utilidad, Blanca


Aida Gemaque Mendes recorrió los 200 metros finales de la etapa 45 del tramo de la antorcha que simboliza los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río de Janeiro. Su figura delgada, piel morena, cabello blanco y paso apresurado, no pasaron desapercibidas entre los espectadores de la ciudad de Macapá, ubicada al norte de Brasil. Tres años atrás, Aida Gemaque había establecido un récord Guiness al practicar paracaidismo con 103 años. Y, ahora, con 106 años, se transformó en la persona más longeva en llevar la llama olímpica, pero también en ser un ejemplo de cómo disfrutar esta etapa de la vida sin complejos. Todas las semanas juega fútbol con sus amigas, practica natación, baila y bebe cerveza. La vida de Aida rompe el estereotipo sobre una vejez impedida por enfermedades, en solitario o recluida en una habitación, sin capacidad de emprender nuevos propósitos de vida. Envejecer es un proceso natural que conlleva pérdidas pero también logros, siempre y cuando se aprenda a aceptar que se pasa a otra etapa de vida. No aceptar que cada día van pasando los años puede generar un conflicto psicológico en las personas y con su entorno. A veces hay hombres y mujeres empeñados en congelar su edad a los 40, 50 o 60 años, incluso, inician una cuenta regresiva de manera imaginaria. Si se evalúa la vejez con los parámetros de belleza, éxito y poder siempre el saldo será negativo. Para reconocer que se está envejeciendo hace falta mucho valor. Al entrar en negación se comienza a actuar en disonancia con lo que se es y lo que se pretende ser. En la actualidad se hace más imperioso aceptar el envejecimiento porque en todo el mundo esa es la tendencia. Para 2050 se espera que la población de más de 60 años llegue a los 2.000 millones, un aumento considerable frente a los 841 millones que existen en la actualidad. En las sociedades, frente al envejecimiento hay prejuicios, entre ellos encasillar a las personas ancianas como pasivas, crónicamente enfermas, sin deseos sexuales o con necesidad de atención y de cuidados constantes. Se estigmatiza a los viejos y se los condena a la marginalidad social. Hoy en día, sin embargo, se acepta que la mayoría de las personas no manifiesta alteraciones que influyen marcadamente en su funcionamiento físico, intelectual o social hasta que pasan los 80 años. A pesar de que al aumentar la edad los procesos motores, cognoscitivos y sensoriales se hacen más lentos, la motivación y la práctica permiten superar esas desventajas y hacen que las personas de más edad se desempeñen con eficiencia. La actitud es lo que cuenta Cómo se enfrente la vida constituye un factor importante al momento de potenciar y conseguir un envejecimiento positivo, activo y saludable. Si bien el bienestar en los adultos mayores está asociado a factores como la salud y la condición económica, existen otros importantes como el afecto, las posibilidades de recreación, tener una vivienda propia y una alimentación adecuada. Según un estudio del Servicio Nacional del Adulto Mayor de Chile, publicado bajo el nombre de Cómo desarrollar una vejez positiva, las relaciones que se establecen tanto con familiares como con otras personas, contribuyen, también, a generar un mayor bienestar. El desarrollar un envejecimiento positivo es un factor determinante al momento de hablar de felicidad y bienestar en la vejez. Las estadísticas a escala mundial, de acuerdo al estudio chileno, sugieren que a partir de los 46 años, las personas pueden experimentar un aumento en el nivel de felicidad. Un grupo de especialistas conformado por Attilio Rigotti, Marcela Bitran y Nuria Pedrals se dedicó a estudiar las bases científicas del bienestar y la felicidad fundamentadas en los principios de psicología positiva. Encontraron evidencia sorprendente: “Existe un estudio que se hizo a novicias desde que entraron al convento hasta que fallecieron, que indica que quienes expresaban una emocionalidad predominantemente positiva en su juventud, vivían entre 8 a 10 años más que el grupo con una emocionalidad más neutra”. Al ahondar en las razones del bienestar, Nuria Pedrals destaca: “El cerebro no se va muriendo con los años, sino que es plástico, entonces si tú, disciplinadamente pones tu cerebro en una disposición positiva y optimista, tu biología responde igual a eso y mejora la funcionalidad de distintas áreas cerebrales”. Para un adulto mayor no es tarde, a pesar de que no haya tenido una vida muy buena, si decide partir ahora, su cerebro responde. Entonces hay que ser optimistas respecto a lo que todavía pueden hacer los mayores, porque no es verdad que están en el ocaso de la vida. En el Informe de Felicidad Mundial 2016 que busca cuantificar la felicidad, Ecuador ocupa el puesto 51. Llama la atención que a medida que se envejece, la percepción del bienestar empieza a disminuir, lo que no sucede en la juventud. (I) Es posible seguir creciendo cuando se es mayor Según la Organización Mundial de la Salud “en nuestro mundo, lleno de diversidad y constante cambio, el envejecimiento es una de las pocas características que nos definen y nos unifican a todos. Estamos envejeciendo y esto debe celebrarse. Tenga usted 25 0 65 años, 10 o 120, igualmente está envejeciendo”. Resulta difícil definir este sentimiento o incluso este hecho personal, con criterios objetivos. “Los años no pasan en balde”, “Me canso más”, “He notado que he perdido memoria”, oímos con frecuencia por una parte. “No tengo tantas ilusiones”, “Parece que todo se ha terminado”, “Me siento vacío”, escuchamos por otra. Las primeras expresiones hacen más referencia al proceso de envejecimiento físico, las segundas a vivencias relacionadas con lo personal y lo psicosocial. Los procesos biológicos y las concepciones sociales sobre la vejez van tomando cuerpo, aunque con notables diferencias individuales: las pequeñas discapacidades físicas, la jubilación, la menopausia, la emancipación de los hijos, la pérdida de presencia e influencia social, etc., son diferentescon el portal español de psicogerontología Tiempo. Perder alguna cosa parece que está en la base del inicio de la vejez. Podríamos argumentar que también, en otras etapas de la vida se pierden cosas; sin embargo los finales, las pérdidas en la vejez, pueden ser vividas, y a veces lo son, como algo que no va a poder recuperarse más, compensarse o suplirse. De la capacidad de compensar, suplir, conservar o rememorar, ya sea en el plano real o en el plano psíquico, lo que hemos sido, van a depender en parte las vivencias de esta etapa; de cómo afrontamos las pérdidas y también de si sabemos afrontar el futuro y seguir creciendo como personas. ¿Es posible seguir creciendo y desarrollándonos cuando uno es mayor?, ¿No puede ser esto más que una falsa ilusión o peor, una terrible ironía? Todos conocemos a personas que lo llevan mejor y otras peor. Incluso hay personas que teniendo una edad avanzada dicen sentirse estupendamente bien; suelen explicarlo haciendo referencia al espíritu joven. Viejos jóvenes, envejecer con éxito, viejos sabios, vejez saludable, por una parte y vivencias catastróficas, negación de la vejez, envejecimiento patológico, por otra; son múltiples las formulaciones acerca de estos procesos en diferentes sentidos. En el libro La vejez como autorrealización personal y social, el profesor JL Aranguren diferenciaba entre ser mayor y sentirse mayor, reservando el primero de los términos para lo que llamaba tercera edad y el segundo para la llamada cuarta edad, en la cual la asistencia de los demás se haría inevitable. Subrayar no obstante la importancia de ciertos procesos en el área psíquica: una cierta aceptación serena de los elementos propios de cada edad, una actitud optimista respecto a las propias posibilidades, una estructura lo suficientemente autónoma como para, poner en primer plano el propio proyecto vital, que permita al mismo tiempo seguir conectado al entorno social, familiar y personal, y una actitud flexible en los momentos de dependencia, serían algunos de los elementos que facilitarían una vivencia más positiva. Las concepciones desarrolladas aquí van en el sentido de potenciar una mayor aceptación, un mayor crecimiento personal y un mayor bienestar en esta primera etapa de la vejez, así como retrasar y preparar también el advenimiento de la segunda. (I) Aprovechar lo que se tiene en todas las edades Con el desarrollo de un envejecimiento positivo es posible comenzar una nueva manera de vivir la vida, aprovechando lo que uno tiene, aun cuando se hayan experimentado pérdidas. “En la adultez mayor, tú has completado una etapa de la vida llena de responsabilidades, cumpliste con el deber ser y vuelves a encontrarte con el placer. Tienes que volver a sentir que tienes derecho a ser feliz. Ya tienes hijos y nietos grandes, ya no tienes que ganarte la vida necesariamente y ahora que ocupas tus horas en tener un proyecto que te haga feliz y la responsabilidad es tuya”, resalta el estudio del Servicio Nacional del Adulto Mayor de Chile. Al hablar de los determinantes del bienestar, las evidencias indican que hay un porcentaje importante que depende de lo que cada uno decida hacer con su propia voluntad. “Es una etapa donde vuelves a tener más derechos que deberes y eso es algo que la gente olvida. Recupera tu libertad para el placer y cuida tu salud para eso”, agregan los responsables del estudio. Pero la felicidad va también por el lado de la autoeficacia, de cuán capaces las personas se sienten para manejar su vida y aquí la autonomía es un concepto clave. “Los estudios indican que a una edad cercana a los 75, el nivel de felicidad empieza a bajar porque uno va perdiendo autonomía. Esta es la etapa que se puede prevenir con el conocimiento científico que existe sobre bienestar subjetivo, que apunta a la importancia de las relaciones interpersonales como que cambiar el peso de un pie al otro y darle más importancia a otras actividades que pueden realizarse el resto de la vida, como son las actividades de servicio. En estos tiempos en que la expectativa de vida es mucho mayor que antes, más nos vale vivir bien”, precisa la doctora Bitran. (I) Datos Aceptar la vejez como una etapa positiva. El conocimiento, la experiencia, la sabiduría deben ser entendidos como valores propios; transmitir esto a través de las memorias, experiencias, del consejo, de la producción propia y de la ayuda a los demás determina sentirse útiles y valorados. La vivencia debe ser asumida como una fase de desarrollo, en la que la persona cultiva la ilusión para continuar aprendiendo y produciendo, a pesar de las limitaciones existentes (enfermedad). La visión global, comprensiva y positiva del ciclo vital permitirá activar los recuerdos positivos y valorizantes de la vida pasada. La actitud comprensiva por los errores que se han cometido, aceptando que algunas cosas no dependían totalmente de nosotros. Prevenir y pensar el futuro significa tener las alternativas cuando se produzcan situaciones de dependencia física o psíquica.

Esta noticia ha sido publicada originalmente por Diario EL TELÉGRAFO bajo la siguiente dirección: http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/palabra-mayor/17/llegar-a-la-vejez-sin-perder-la-alegria-de-vivir
Si va a hacer uso de la misma, por favor, cite nuestra fuente y coloque un enlace hacia la nota original. www.eltelegrafo.com.ec
Aida Gemaque Mendes recorrió los 200 metros finales de la etapa 45 del tramo de la antorcha que simboliza los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río de Janeiro. Su figura delgada, piel morena, cabello blanco y paso apresurado, no pasaron desapercibidas entre los espectadores de la ciudad de Macapá, ubicada al norte de Brasil. Tres años atrás, Aida Gemaque había establecido un récord Guiness al practicar paracaidismo con 103 años. Y, ahora, con 106 años, se transformó en la persona más longeva en llevar la llama olímpica, pero también en ser un ejemplo de cómo disfrutar esta etapa de la vida sin complejos. Todas las semanas juega fútbol con sus amigas, practica natación, baila y bebe cerveza. La vida de Aida rompe el estereotipo sobre una vejez impedida por enfermedades, en solitario o recluida en una habitación, sin capacidad de emprender nuevos propósitos de vida. Envejecer es un proceso natural que conlleva pérdidas pero también logros, siempre y cuando se aprenda a aceptar que se pasa a otra etapa de vida. No aceptar que cada día van pasando los años puede generar un conflicto psicológico en las personas y con su entorno. A veces hay hombres y mujeres empeñados en congelar su edad a los 40, 50 o 60 años, incluso, inician una cuenta regresiva de manera imaginaria. Si se evalúa la vejez con los parámetros de belleza, éxito y poder siempre el saldo será negativo. Para reconocer que se está envejeciendo hace falta mucho valor. Al entrar en negación se comienza a actuar en disonancia con lo que se es y lo que se pretende ser. En la actualidad se hace más imperioso aceptar el envejecimiento porque en todo el mundo esa es la tendencia. Para 2050 se espera que la población de más de 60 años llegue a los 2.000 millones, un aumento considerable frente a los 841 millones que existen en la actualidad. En las sociedades, frente al envejecimiento hay prejuicios, entre ellos encasillar a las personas ancianas como pasivas, crónicamente enfermas, sin deseos sexuales o con necesidad de atención y de cuidados constantes. Se estigmatiza a los viejos y se los condena a la marginalidad social. Hoy en día, sin embargo, se acepta que la mayoría de las personas no manifiesta alteraciones que influyen marcadamente en su funcionamiento físico, intelectual o social hasta que pasan los 80 años. A pesar de que al aumentar la edad los procesos motores, cognoscitivos y sensoriales se hacen más lentos, la motivación y la práctica permiten superar esas desventajas y hacen que las personas de más edad se desempeñen con eficiencia. La actitud es lo que cuenta Cómo se enfrente la vida constituye un factor importante al momento de potenciar y conseguir un envejecimiento positivo, activo y saludable. Si bien el bienestar en los adultos mayores está asociado a factores como la salud y la condición económica, existen otros importantes como el afecto, las posibilidades de recreación, tener una vivienda propia y una alimentación adecuada. Según un estudio del Servicio Nacional del Adulto Mayor de Chile, publicado bajo el nombre de Cómo desarrollar una vejez positiva, las relaciones que se establecen tanto con familiares como con otras personas, contribuyen, también, a generar un mayor bienestar. El desarrollar un envejecimiento positivo es un factor determinante al momento de hablar de felicidad y bienestar en la vejez. Las estadísticas a escala mundial, de acuerdo al estudio chileno, sugieren que a partir de los 46 años, las personas pueden experimentar un aumento en el nivel de felicidad. Un grupo de especialistas conformado por Attilio Rigotti, Marcela Bitran y Nuria Pedrals se dedicó a estudiar las bases científicas del bienestar y la felicidad fundamentadas en los principios de psicología positiva. Encontraron evidencia sorprendente: “Existe un estudio que se hizo a novicias desde que entraron al convento hasta que fallecieron, que indica que quienes expresaban una emocionalidad predominantemente positiva en su juventud, vivían entre 8 a 10 años más que el grupo con una emocionalidad más neutra”. Al ahondar en las razones del bienestar, Nuria Pedrals destaca: “El cerebro no se va muriendo con los años, sino que es plástico, entonces si tú, disciplinadamente pones tu cerebro en una disposición positiva y optimista, tu biología responde igual a eso y mejora la funcionalidad de distintas áreas cerebrales”. Para un adulto mayor no es tarde, a pesar de que no haya tenido una vida muy buena, si decide partir ahora, su cerebro responde. Entonces hay que ser optimistas respecto a lo que todavía pueden hacer los mayores, porque no es verdad que están en el ocaso de la vida. En el Informe de Felicidad Mundial 2016 que busca cuantificar la felicidad, Ecuador ocupa el puesto 51. Llama la atención que a medida que se envejece, la percepción del bienestar empieza a disminuir, lo que no sucede en la juventud. (I) Es posible seguir creciendo cuando se es mayor Según la Organización Mundial de la Salud “en nuestro mundo, lleno de diversidad y constante cambio, el envejecimiento es una de las pocas características que nos definen y nos unifican a todos. Estamos envejeciendo y esto debe celebrarse. Tenga usted 25 0 65 años, 10 o 120, igualmente está envejeciendo”. Resulta difícil definir este sentimiento o incluso este hecho personal, con criterios objetivos. “Los años no pasan en balde”, “Me canso más”, “He notado que he perdido memoria”, oímos con frecuencia por una parte. “No tengo tantas ilusiones”, “Parece que todo se ha terminado”, “Me siento vacío”, escuchamos por otra. Las primeras expresiones hacen más referencia al proceso de envejecimiento físico, las segundas a vivencias relacionadas con lo personal y lo psicosocial. Los procesos biológicos y las concepciones sociales sobre la vejez van tomando cuerpo, aunque con notables diferencias individuales: las pequeñas discapacidades físicas, la jubilación, la menopausia, la emancipación de los hijos, la pérdida de presencia e influencia social, etc., son diferentescon el portal español de psicogerontología Tiempo. Perder alguna cosa parece que está en la base del inicio de la vejez. Podríamos argumentar que también, en otras etapas de la vida se pierden cosas; sin embargo los finales, las pérdidas en la vejez, pueden ser vividas, y a veces lo son, como algo que no va a poder recuperarse más, compensarse o suplirse. De la capacidad de compensar, suplir, conservar o rememorar, ya sea en el plano real o en el plano psíquico, lo que hemos sido, van a depender en parte las vivencias de esta etapa; de cómo afrontamos las pérdidas y también de si sabemos afrontar el futuro y seguir creciendo como personas. ¿Es posible seguir creciendo y desarrollándonos cuando uno es mayor?, ¿No puede ser esto más que una falsa ilusión o peor, una terrible ironía? Todos conocemos a personas que lo llevan mejor y otras peor. Incluso hay personas que teniendo una edad avanzada dicen sentirse estupendamente bien; suelen explicarlo haciendo referencia al espíritu joven. Viejos jóvenes, envejecer con éxito, viejos sabios, vejez saludable, por una parte y vivencias catastróficas, negación de la vejez, envejecimiento patológico, por otra; son múltiples las formulaciones acerca de estos procesos en diferentes sentidos. En el libro La vejez como autorrealización personal y social, el profesor JL Aranguren diferenciaba entre ser mayor y sentirse mayor, reservando el primero de los términos para lo que llamaba tercera edad y el segundo para la llamada cuarta edad, en la cual la asistencia de los demás se haría inevitable. Subrayar no obstante la importancia de ciertos procesos en el área psíquica: una cierta aceptación serena de los elementos propios de cada edad, una actitud optimista respecto a las propias posibilidades, una estructura lo suficientemente autónoma como para, poner en primer plano el propio proyecto vital, que permita al mismo tiempo seguir conectado al entorno social, familiar y personal, y una actitud flexible en los momentos de dependencia, serían algunos de los elementos que facilitarían una vivencia más positiva. Las concepciones desarrolladas aquí van en el sentido de potenciar una mayor aceptación, un mayor crecimiento personal y un mayor bienestar en esta primera etapa de la vejez, así como retrasar y preparar también el advenimiento de la segunda. (I) Aprovechar lo que se tiene en todas las edades Con el desarrollo de un envejecimiento positivo es posible comenzar una nueva manera de vivir la vida, aprovechando lo que uno tiene, aun cuando se hayan experimentado pérdidas. “En la adultez mayor, tú has completado una etapa de la vida llena de responsabilidades, cumpliste con el deber ser y vuelves a encontrarte con el placer. Tienes que volver a sentir que tienes derecho a ser feliz. Ya tienes hijos y nietos grandes, ya no tienes que ganarte la vida necesariamente y ahora que ocupas tus horas en tener un proyecto que te haga feliz y la responsabilidad es tuya”, resalta el estudio del Servicio Nacional del Adulto Mayor de Chile. Al hablar de los determinantes del bienestar, las evidencias indican que hay un porcentaje importante que depende de lo que cada uno decida hacer con su propia voluntad. “Es una etapa donde vuelves a tener más derechos que deberes y eso es algo que la gente olvida. Recupera tu libertad para el placer y cuida tu salud para eso”, agregan los responsables del estudio. Pero la felicidad va también por el lado de la autoeficacia, de cuán capaces las personas se sienten para manejar su vida y aquí la autonomía es un concepto clave. “Los estudios indican que a una edad cercana a los 75, el nivel de felicidad empieza a bajar porque uno va perdiendo autonomía. Esta es la etapa que se puede prevenir con el conocimiento científico que existe sobre bienestar subjetivo, que apunta a la importancia de las relaciones interpersonales como que cambiar el peso de un pie al otro y darle más importancia a otras actividades que pueden realizarse el resto de la vida, como son las actividades de servicio. En estos tiempos en que la expectativa de vida es mucho mayor que antes, más nos vale vivir bien”, precisa la doctora Bitran. (I) Datos Aceptar la vejez como una etapa positiva. El conocimiento, la experiencia, la sabiduría deben ser entendidos como valores propios; transmitir esto a través de las memorias, experiencias, del consejo, de la producción propia y de la ayuda a los demás determina sentirse útiles y valorados. La vivencia debe ser asumida como una fase de desarrollo, en la que la persona cultiva la ilusión para continuar aprendiendo y produciendo, a pesar de las limitaciones existentes (enfermedad). La visión global, comprensiva y positiva del ciclo vital permitirá activar los recuerdos positivos y valorizantes de la vida pasada. La actitud comprensiva por los errores que se han cometido, aceptando que algunas cosas no dependían totalmente de nosotros. Prevenir y pensar el futuro significa tener las alternativas cuando se produzcan situaciones de dependencia física o psíquica.

Esta noticia ha sido publicada originalmente por Diario EL TELÉGRAFO bajo la siguiente dirección: http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/palabra-mayor/17/llegar-a-la-vejez-sin-perder-la-alegria-de-vivir
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domingo, 28 de agosto de 2016

ESTUPENDA FORMACION REIKI USUI TIBETANO - NIVEL II - 28 DE AGOSTO DEL 2016


"Limpieza" de hogar: el arte de positivizar tu espacio


Más de una vez lo decimos como humorada, pero... ¡Que las hay, las hay! Hay espacios donde la energía no contribuye a la buena onda, a la armonía, al bienestar. En esos, la "limpieza de hogar" es una alternativa interesante a tener en cuenta. Hablamos con una especialista sobre el tema.

¿Qué es una limpieza de hogar?

Consiste en trabajar a nivel energético con la purificación de un espacio, transmutando la energía del mismo, es decir, elevando su vibración.

Uno limpia de manera diaria su casa para que se mantenga bien y se vea linda. Lo mismo se hace a nivel energético. La pequeña diferencia entre una limpieza física y una energética es que uno empieza a tomar conciencia de que un espacio (una casa, un negocio, etc.) es un ser vivo, igual que una persona, una planta o un animal, entonces trabajar con esas energías implica proporcionarle bienestar a ese espacio y a las personas que lo habitan.

Es importante destacar que cualquier inconveniente físico en un espacio (rotura de caños, problemas en las redes eléctricas, etc.) siempre comienza con un desequilibrio energético de los habitantes, luego del lugar y finalmente se manifiesta en un síntoma.

El hogar como síntoma de sus habitantes, como símbolo de un desequilibrio energético que quienes viven en él... ¡Es osado!

Podemos decir que esos síntomas manifiestan los planos o vehículos a nivelar (emocional, mental, etc.). Al lugar hay que interpretarlo como un ser vivo, percibir qué energías habitan en él e imprimir en su memoria todo aquello que produzca armonía, alegría y bienestar.

Muchas veces la gente llega a un lugar y dice "qué lindo" y en realidad lo que están percibiendo, es algo más que lo lindo, perciben una energía acogedora.

¿De qué lo limpiamos? ¿Qué buscamos que se vaya o desaparezca? ¿Cuál es la "suciedad" a limpiar?

Es importante comenzar a cambiar el concepto de generar que algo se vaya o desaparezca, por el de "elevar la vibración". Así es como comenzamos a transmutar, es decir, a llevar a positivo aquello que se polarizó en negativo.


Realizamos la limpieza energética para liberar todo tipo de memorias que hayan quedado alojadas a nivel etérico. En un hogar que ha sido habitado por personas violentas, por ejemplo, quedarán impresos esos registros y puede ocurrir que influyan sobre los nuevos habitantes del lugar.

Mujer en casa
En un lugar hay -como en todo el Universo- energía a disposición que es neutra. Nosotros la utilizamos y, al hacerlo, la calificamos. Si calificamos negativamente dicha energía (por ejemplo, en un berrinche o en un día de angustia) con sólo airear el lugar, limpiarlo físicamente, prender un incienso, podremos removerla. Pero si esto ocurre a diario, esa energía mal calificada se transformará en una impresión.


¿Quién realiza una "limpieza de hogar" y cómo se hace?

Una limpieza energética puede realizarla tanto una persona que se dedica a ello (y que lo hará muy bien), como también el dueño de casa o quien forma parte de la oficina, es decir ¡cualquiera de nosotros! Lo que se necesita en este último caso es que la persona se conecte con el espacio, con el lugar. Por eso, en los talleres de limpieza explicamos que el primer paso para limpiar un lugar es conectarse emocionalmente, sentimentalmente, con la casa. Yo le hablo a mi casa, me despido de ella cada vez que me voy, le pido a los ángeles que la cuiden y que permanezcan allí en mi ausencia realizando el trabajo de armonización que necesite. La saludo cuando llego y trato de estar en la mayor conexión posible con ella todo el tiempo.

Aprender y comprender cómo realizar un trabajo energético en nombre de nuestro Yo Divino y no desde nuestra personalidad cambia absolutamente todo el enfoque del asunto y nos previene y protege de quedarnos con cualquier tipo de remanente energético. Así, permitimos que operen las energías superiores, quienes tienen una visión más integral de lo que el lugar necesita para el más Alto Bienestar, tanto del lugar como de los que allí lo habitan.

¿Cómo sabemos si nuestro hogar o un lugar necesita una limpieza? ¿Qué cosas podemos registrar?

Funciona de la misma manera que cuando entramos a casa que, por más que esté ordenada, sentimos que es hora de mover muebles y limpiar profundo. Así, una vez que empezamos a "percibir" nuestro espacio, sabemos si necesita un plus (un incienso, un aroma...).

Podemos sentirnos inquietos o cansados en un lugar determinado, o diferentes a como solíamos sentirnos. También podemos darnos cuenta de que por más que limpiemos y ordenemos la casa, se desordena con más rapidez que de costumbre...

¿Qué podemos hacer para mantener en nuestros espacios buena energía? ¿Algunos tips?

Cuando se hace una limpieza profunda, recomendamos mover muebles, por lo menos un rato. Esto colabora en romper los campos magnéticos y hace circular la energía que se estanca. Aunque sean mínimos movimientos de muebles, como correr un sillón y alejarlo de la pared por un día, eso ya produce una circulación diferente de energía, tanto para la persona como para el espacio.

Si no tenemos la posibilidad de contar con productos específicos (pastas alquímicas o lociones de alta vibración), podemos conseguir un poco de incienso y sahumar la casa.

Además, las personas iniciadas en reiki pueden poner símbolos en el lugar a tratar, de modo que la energía transmute. Y, aunque nos parezca muy básico, una buena limpieza física, utilizando productos como cera en los muebles, que produce gran descarga, y lavandina en baño y cocina -que elimina miasmas energéticos-, podremos remover grandes cantidades de energía mal calificada.

Tener una habitación aireada y extremadamente ordenada nos asegura una reparación nocturna óptima. No olvidemos que el momento en que dormimos es el lapso de mayor entrega. Cuidar nuestra habitación como un templo nos garantiza que las energías armónicas y protectoras lo habiten y son estas energías las que asistirán también a nuestro buen dormir.

Por otra parte, está muy difundido el uso de vinagre en algunas instancias de limpieza energética casera, pero nosotros no lo recomendamos.
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Espero te sea de utilidad, Blanca

sábado, 27 de agosto de 2016

Limpia tu casa de energías negativas


Una vivienda problemática según el Feng Shui es aquella que causa desarmonías graves o persistentes en sus habitantes. Se trata de casas o departamentos enfermos que irradian energía negativa intensa producto de un Chi corrupto acumulado a lo largo del tiempo, y que no recibió intervenciones curativas.

Entre los síntomas que aparecen en los hogares enfermos se incluyen problemas de salud recurrentes, pérdidas reiteradas de dinero, conflictos con la educación de los hijos, predominio de emociones negativas (ansiedad, tristeza, pánico, etc.) en alguno o algunos de los habitantes.

En ocasiones, el origen del trastorno radica en aspectos de la ambientación y el estilo de vida que se proyecta en el hábitat; otras, la fuente del conflicto proviene de cuestiones estructurales de la vivienda que pasan desapercibidos para quien no es conocedor de Feng Shui.

Cuando un hogar exuda problemas, lo ideal es comenzar analizar la situación de adentro hacia fuera. Es decir, tomar distancia y observar desde otra escala a la habitual. Una edificación construida sobre zonas geopatógenas, o enfrentada a lugares energéticamente densos (casas tomadas, hospitales, comisarías, cementerios) o un departamento que queda expuesto a una nueva construcción vecina que resulta agresiva por su forma o porque quita la luz del sol, son ejemplos de situaciones en las que la solución radical sería mudarse o eliminar la fuente de emisión negativa. Por supuesto, no siempre es posible lograr esto de lleno.

Protegerse y nutrir el Chi

Hogar¿Qué hace entonces el Feng Shui en esos casos aparentemente tan difíciles? Bastante, porque puede generar fuentes de energía protectora y puede fortalecer el Chi benéfico de la casa. Si pensamos nuestro hogar como un organismo vivo, comprenderemos que nutrirlo y cuidarlo es una manera efectiva de elevar sus defensas y generar bienestar saludable a nuestro alrededor.

Los efectos de intervenir un espacio con criterios de armonía no se hacen esperar, la sensación de “aire limpio” es prácticamente inmediata cuando se renuevan las energías. Otros resultados más profundos irán apareciendo con el tiempo, manifestándose en cambios de “suerte”, de “oportunidades” y de “actitudes”. Las consecuencias pueden ser duraderas y abarcar aspectos importantes de nuestro bienestar siempre y cuando se adquiera al Feng Shui como una filosofía de vida.

Algunos problemas estructurales y del entorno que pueden estar direccionando aliento maléfico (Sha Chi) hacia tu vivienda son:

Estructuras con faltantes

Se detectan al analizar el plano de la casa: cuando éste es de contorno irregular, presenta salientes y faltantes en lugar de ser un rectángulo o cuadrado cerrados, formas consideradas como las más propicias para el Feng Shui. Estas viviendas traen problemas en las relaciones familiares, dificultades con la autoridad, inconvenientes financieros, según sea el sector de la faltante. La cura consiste en cerrar virtualmente esos espacios colocando plantas, luces y colores Yang en el sector lindante al ausente.


Puertas y ventanas desproporcionadas

La puerta de entrada de la casa es como la boca por la cual ingresa el alimento con el que se nutre un cuerpo. Puertas de entrada muy pequeñas restringen el caudal del Chi que entra a la casa; puertas muy grandes en relación a las dimensiones de la vivienda generan pérdidas de Chi. La situación puede estar agravada por aberturas de ventanas muy grandes, ya que por ellas también se escapa la energía, dejando el interior debilitado. Puertas obstruidas provocan bloqueos, aberturas enfrentadas aceleran el paso de la energía evitando que pueda nutrir. Lo ideal es agrandar la abertura en caso de una puerta pequeña, también hay que asegurarse de iluminarla bien de noche, pintar en colores que activen el Chi (verde o bordó, por ejemplo), colocar plantas pero que no obstruyan el paso. Si en  la vivienda hay muchas ventanas que ocupan grandes superficies de pared, se deben usar indefectiblemente cortinas que permitan la regulación del flujo energético. Plantas, móviles y esferas facetadas cerca de las aberturas retendrán también el Chi nutritivo, desacelerando su fuga violenta.

Viviendas enfrentadas a una hospitales, comisarías, cementerios o baldíos
La concurrencia de personas enfermas a los hospitales, las comisarías y los cementerios son lugares receptores y emisores de emociones fuertes y negativas. Las viviendas que están enfrentadas a estas instituciones reciben una energía en desarmonía que puede debilitar su Chi ambiental. Si cerca de nuestro hogar hay terrenos o construcciones abandonadas, también podemos estar recibiendo su aliento desfavorable.

En todos estos casos hay que proteger ventanas y puertas con espejos pakua cóncavo ó convexo del lado de afuera de la entrada, si es una casa. Si se trata de un departamento, se colocan las protecciones del lado de afuera de las ventanas y balcones. Las plantas sanas, coloridas y altas (dracenas, cactus, flores rojas y amarillas, cañas, aromáticas como la menta) ayudan también a filtrar la energía desequilibrada y activan una positiva. La buena iluminación, tanto de día como de noche, en los exteriores es necesaria para contrarrestar la energía Yin que llega a la puerta de nuestro hogar. Los carillones en el hall y en la ventana activan con su sonido vibraciones benéficas.

Construcciones asfixiadas

Cuando una casa queda atrapada por dos edificaciones laterales muy altas, una a cada lado, su energía vital se irá debilitando por la opresión que ejercen las construcciones dominantes sobre ella. Esta situación coarta las posibilidades de crecimiento y expansión de los moradores. Si se trata de un comercio, un recurso es armar una marquesina con luces direccionadas hacia arriba para activar el Chi. Si se trata de una casa también hay que instalar luces en el exterior apuntando hacia arriba o pintar de colores que emitan energía yang.

Las enredaderas en los muros

Cuando los muros de una vivienda están cubiertos de enredaderas, no solo acumulan bichos, también impiden la buena respiración de la casa, cuya energía termina asfixiando y provocando –además- sombras y humedades. Esta situación trae problemas de “ahogos” a los integrantes de la familia que pueden estar representados por aislamiento, miedos y falta de comunicación en la pareja. No siempre hay que sacar la enredadera, se puede confinar su crecimiento a un pequeño sector. No considerar los espacios exteriores como una extensión de la casa es un error, porque podría también generarse energía negativa que contamina al resto de la vivienda. Un jardín o patio bien cuidados con criterio Feng Shui se convierte en un oasis y atrae al hogar energía alegre, sana y próspera.

Desniveles

Las casas con muchos desniveles podrían generar diferentes problemas según el sector donde se encuentren. Por ejemplo, un living en desnivel no favorece la buena distribución del Chi hacia el resto de la casa. Se dice que el living de un hogar es el lugar que genera la energía de sus habitantes: será ideal colocar una lámpara de sal en el piso para que la energía recobre su fuerza. Si el baño es el sector afectado, se favorece la fuga de dinero y de oportunidades por sus desagües. Colocar plantas en el piso del baño.

Techos de tejas

Las construcciones de techos con muchos encuentros presentan puntas pronunciadas hacia afuera y opresiones hacia adentro por la presencia de vigas. Estas formas generan la sensación de presión a quien se encuentra por debajo. Si se puede, es ideal correrse; si no, un falso cielorraso o curas feng shui con dispersores de energía como los cristales facetados colgados debajo de la viga.

El Feng Shui buscará también el origen del problema donde menos se detiene la mirada cotidiana, rincones, sótanos, altillos mal ventilados, oscuros y desordenados, allí donde existen altas probabilidades de acumular e irradiar un mal Chi. Recuerden siempre que humedades, grietas y malos olores son indicios claros de que nuestro hogar es víctima de aliento maléfico.
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Espero te sea de utilidad, Blanca

viernes, 26 de agosto de 2016

7 tips para liberar tu casa de energías negativas y presencias extrañas


No solo las brujas lo hacían, también nuestras abuelas y bisabuelas. Aunque se suele llamar a personas especializadas en limpiezas energéticas, es bueno saber que lo podemos hacer nosotras con elementos simples. Lo que antiguamente se transmitía por vía oral o se escribía en cuadernos secretos, cada vez está más a disposición de todo el mundo. Afinar la percepción para percibir la dimensión de lo energético resulta muy valioso y práctico en determinadas situaciones.



¿Cuándo hacer una limpieza?


* Si siempre que llegás a tu casa sentís un cansancio profundo.
* Si trabajás en un consultorio o hay gente circulando por la casa continuamente.
* Cuando el sueño no repara bien o hay pesadillas continuas (especialmente sobre ambientes de la casa determinados).
* Si se oyen ruidos, se ven sombras o los animales de la casa se alteran sin razón aparente.
* Si se rompen los aparatos electrónicos, sobre todo si entrás en una “racha” donde los problemas domésticos son imparables.

Técnicas de limpieza energética

1. Pasar un trapo de piso con agua y vinagre

El vinagre fue un remedio utilizado siempre para barrer con las cargas energéticas negativas . El movimiento de limpieza se realizará de derecha a izquierda, empezando por los últimos ambientes de la casa y finalizando en la puerta. Hay que prestar especial atención a los rincones, sobre todo los oscuros y espacios que suelen permanecer cerrados, pues ahí es donde se concentran la mayor parte de las energías densas.

2. Sahumar la casa

Las limpiezas con humo son de las más importantes y completas. Se complementan muy bien con la limpieza con vinagre.  

Elementos necesarios: sahumador clásico de barro, cerámica, plata o bronce; carbones pequeños; hierbas a utilizar. En las santerías se suelen vender mezclas de hierbas adecuadas para limpieza de la casa. Las denominadas “mezclas de los 7 poderes” suelen ser buenas porque concentran varias a la vez. Las clásicas para limpiar son incienso y mirra. También se le puede agregar: enebro, romero, perejil, artemisa, ruda, etc.

Caldero. Foto: iStock Photos.
Es recomendable hacerlo un día soleado por la mañana, durante la fase de la luna menguante (la recomendada para limpiezas físicas, psíquicas y del hogar).

Sahumar: Prender los carbones dentro del sahumador (cambiarán de color) y luego ir agregando la mezcla de hierbas de a poco a medida que se vaya consumiendo. Alejar de los ojos porque de inmediato despedirá un humo fuerte y blanco. Ir hacia la última habitación de la casa, la que se encuentre más lejos de la puerta y comenzar a pasar el humo por cada uno de los rincones, especialmente las esquinas, placares y si es posible, cajones que hayan sido abiertos previamente. 

Seguir por cada habitación y pasillos, siempre de adentro hacia afuera y de derecha a izquierda.

¡Atención! Si el humo cambia de color o de dirección repentinamente, es porque el lugar está especialmente cargado. Quedarse más tiempo ahí. En casos muy extremos las limpiezas pueden provocar nauseas en la persona que las está realizando, es importante protegerse antes con una oración o una técnica de “campana de cristal” e invocar la ayuda de guías o figuras protectoras.

Mantener abiertas puertas y ventanas durante todo el tiempo que dure la limpieza y sobre todo después. Lo último que se limpia son los bordes de la puerta y se saca intencionalmente la energía hacia afuera.

3. Agua bendita en los rincones

Acompaña las limpiezas 1 y 2. Antes o después de sahumar, se recomienda salpicar los zócalos y rincones con agua bendita para remover energías estancadas.

4. Echar sal en donde se sospechen presencias extrañas


A la sal siempre se le atribuyeron propiedades de limpieza. Se utiliza en los círculos mágicos, en invocaciones y ritos tradicionales. Se la bendice en un plato y se echan puñados en el lugar especial en donde se sospeche la presencia de entidades extrañas y no deseadas instando a que se alejen del lugar. Realizar esto de día y con las ventanas abiertas. 


5. Colgar amuletos en puertas y ventanas

En ventanas se pueden colgar llamadores de ángeles, son protectores. Para las puertas suelen venderse en casas esotéricas amuletos especiales, algunos con formas de estrellas de cinco puntas, otros con el símbolo del OM o el yin y yang. En antiguas culturas se utilizaban las herraduras colgadas para protección.

6. Plantas protectoras

Si bien hay muchas plantas recomendadas para proteger la casa, vamos a ir a la más clásica: la ruda. Tiene infinitos usos en prácticas curativas, rituales y de purificación. Se recomienda tener dos rudas, una macho y una hembra en la entrada del hogar. La ruda macho debe ubicarse a la izquierda de la puerta y la hembra a la derecha. Filtrarán las energías negativas del exterior.

7. Mover los objetos de lugar y mantener aireado e iluminado

Es lo que se recomienda siempre para mantener una casa con vibraciones puras. Donde hay acumulación de objetos, muebles fijos desde hace muchos años, polvo y oscuridad es más probable que se presenten inconvenientes energéticos.
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Espero te sea de utilidad, Blanca